Aunque parezca increíble, no es necesario romper paredes ni pisos para tener una instalación de agua que funcione como nueva. El servicio de sarro cero por ciento puede hacer que todo sea como el primer día. Y sin la suciedad y los inconvenientes que provoca el reemplazo de cañerías: polvo por todos lados, gente extraña por todos lados, ruidos molestos y demoras. El costo será ínfimo comparado con el reemplazo de cañerías.